El diente de león es una de las plantas a las que se le atribuyen mayores valores medicinales muy beneficiosos para nuestra salud. Tiene como principal función estimular la función hepática y biliar, funciona como un excelente desintoxicante natural, depurativo y antioxidante; contiene entre sus propiedades sustancias llamadas luteína y zeaxantina por lo que su consumo beneficia en la salud ocular. Estimula el buen funcionamiento de los riñones, sirve para tratar infecciones urinarias y ayuda a eliminar arenilla y cálculos renales.
Por ser un excelente diurético, ayuda a eliminar el ácido úrico y las grasas por lo que se recomienda a quienes necesitan bajar de peso además de ayudar a mejorar la salud de la piel; para el sistema digestivo gracias a su contenido en fibra y principios medicinales estimula los movimientos intestinales aliviando el estreñimiento y aumentando el apetito. Las propiedades relajantes y calmantes de la planta gracias a la presencia de taninos favorecen en el tratamiento de problemas circulatorios externos tales como las varices, hemorroides y para el tratamiento directo de acné y eczemas por sus propiedades cicatrizantes usado en forma de empaste. El diente de león está provisto de nutrientes como vitaminas B y C, hidratos de carbono, flavonoides, betacarotenos, taninos, potasio, hierro, etc.
El diente de león es un tónico muy efectivo, utilizado para tratar la anemia. Se recomienda no consumir diente de león por un lapso mayor a 4 meses continuos ya que podría generar problemas alérgicos en la piel e intolerancia frente al sol, está contraindicado en gestantes y durante el periodo de lactancia por su contenido de alcohol presente en las tinturas de la planta. Si te encuentras recibiendo tratamiento médico es mejor consultar con tu especialista sobre el consumo de diente de león.
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